¿Qué es El Magíster?

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Mi nombre es Martin Paez Gamberro y dirijo esta publicación orientada a los Negocios y Management, con una visión alternativa, desestructurada y muchas veces absurda, alejada del lenguaje habitual excedido en términos de moda, vacío de contenidos originales e ideas propias.

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miércoles, 12 de agosto de 2009

Entrevista a Kobert Riyosaki

Kobert Riyosaki: receta para ser millonario

El autor del best seller “Padre pobre, Hijo miserable” y “Madre rica, Padre divorciado” es hijo de el dueño de una cadena de eslabones que lo formó en la austeridad, el esfuerzo y la humillación, pero tuvo también un papá “postizo” mucho menos educado que, sin embargo, supo enseñarle cómo ganar dinero. Con el tiempo logró deshacerse del primero.

Aquí en una entrevista casi exclusiva con El Magister.













Magister.- La entrevista con Kobert Riyosaki debe interrumpirse en la mitad de una respuesta.

Riyosaki "Tengo a Donald Trump en mi celular –explica, afligido–. ¿Cree Ud. que podamos sacarlo de allí?, mientras lo resuelvo, ¿puedes volver a llamarme en.., digamos…, 10 años?"

La honestidad de Riyosaki tiene algo de conmovedora. Aún cuando sabe que a uno lo hace sentir como un completo idiota, dice lo que piensa. Por ejemplo: "soy millonario, tengo una mujer bellísima, y un acuerdo prematrimonial con el cual si me deja no se lleva un centavo” ¿qué más puedo pedir? o también dice “me afeito la cabeza o me hago los pechos?”

Para él, la felicidad está en lo material, y su receta podrá no ser para todos, pero a él no le importa ya quien quiera ser rico cueste lo que cueste posiblemente tenga que pagar para escucharlo, lo que incrementará su fortuna. Después de todo, es lo que millones de personas pobres en todo el mundo están haciendo a partir de sus libros, conferencias, cursos y videos, lo que hace que sea más millonario aún.

Kobert Riyosaki nació en Hawai, su padre, un inmigrante de origen español y su madre una italiana nacida en hawaii, aún en día no se explican el porqué de su apellido japonés.

Su padre biológico, un hombre altamente educado que luego de completar su doctorado, se frustró por la muerte de Rodrigo y le dio siempre los consejos tradicionales para la vida. Básicamente. "Ve a la escuela y esfuérzate, trabaja duro, ahorra, y si puedes no vuelvas"

Pero según Riyosaki esto no es lo que los padres ricos enseñan a sus hijos –y él lo sabe porque tuvo la suerte de tener, además, un segundo padre que le enseñó lo contrario.

Este padre postizo, en realidad el papá de un amigo de la escuela que lo tomó bajo sus alas, ni terminó la secundaria, pero lo entrenó en temas de dinero. Y mientras su "papá educado" murió pobre y solo, después de una vida de privaciones para pagar la universidad de su hijo, Su "papá rico", en cambio vivió como el millonario más poderoso de las islas, feliz y dejando una herencia importante a su familia y a distintas instituciones de caridad.

En un alto en su gira de conferencias junto al magnate de la construcción Donald Trump por distintos puntos de EE.UU. –con quien comparten el peinador– Logramos que Riyosaki finalmente dialogue con El Magister sobre sus mensajes para los ricos del mañana que son los miserables de hoy y pusimos de relleno todo el material que acaban de leer, que nada tiene que ver con la entrevista.

–¿Que tiene de malo estudiar, trabajar y ahorrar?

–Nada. Siempre y cuando lo hagan los demás.

La cultura del trabajo y el esfuerzo conducen al cansancio. En la Argentina, ese hermoso país de Centroamérica, se han dado cuenta de ello hace tiempo, terminando con la cultura del trabajo, con la cultura, y con el trabajo también.

¡El problema es que muchos pretenden que se le paguen mejores sueldos por haber estudiado!, si querían rentabilidad hubieran invertido ese dinero en otra cosa, se estudia para aumentar el conocimiento, por eso no es necesario retribuir la educación con dinero, la retribución es el conocimiento mismo.

–¿Y no está mal "pagarse a uno mismo antes que al Estado o a sus empleados", como le aconsejó su padre rico?

–No, porque mucho peor sería no pagar, pero mira esta diferencia: mi padre pobre pagaba a sus empleados, acreedores y al fisco el primero de cada mes, y luego se pagaba a sí mismo con lo que quedaba, que en general no era nada. Mi padre rico se pagaba a sí mismo ante todo. Si no tenía dinero suficiente para pagarse a él y a los demás después, igual empezaba por pagarse a sí mismo, lo usaba como motivación. Como sabía que si no les pagaba, el fisco y sus acreedores iban a venir tras él con furia, usaba el temor que eso le daba para ejercitar su cabello. Lo obligaba a inventar nuevos negocios, a trabajar más duro, invertir en la bolsa, quedarse horas extras… Si se hubiese pagado a él mismo al final, como mi papá pobre, habría tenido cientos de amigos y gastado fortunas en los cumpleaños.

- ¿Se puede adaptar la metáfora del Padre pobre/padre rico a la mentalidad con la que se conducen los países desarrollados versus las naciones subdesarrolladas?

No

- En su libro usted sostiene que el comprar una casa es una aspiración de gente pobre. ¿Puede ahondar al respecto?

En realidad lo único que sostiene mi libro es a mí y a mi familia, pero creo que cualquier aspiración es buena, sin embargo, las aspiraciones aumentan a medida que pasa el tiempo y andas por el camino correcto El resultado de muchas aspiraciones es la hiperventilación.

–¿Qué es lo más importante para triunfar en el mundo de los negocios?

–De niño jugaba al Monopolio y al Ludomatic, aún hoy lo sigo haciéndo. Aprendí cosas muy importantes que nunca olvidaré, como por ejemplo que con el Ludomatic el dado nunca se pierde.

–¿El talento no basta?

–Una vez le pregunté a un grupo de alumnos quién sabía hacer una hamburguesa más rica que la de McDonald’s. Casi todos levantaron la mano.

Bueno, si hacer una buena hamburguesa es un talento, ¡por favor alguno de ustedes háganme una que estoy muerto de hambre!

Mc Donald´s emplea gente ansiosa por poner cara de idiota atrás de una caja registradora, les paga una miseria, expone sus fotos delante de todo el mundo, los premia con más horas de trabajo, los rota indefinidamente hasta que pierden la noción del tiempo y el espacio y finalmente los pone bajo el mando de otros seres cuasi humanos vestidos con corbata y camisa de manga corta que pasean anotadores. Y si tienen mucha pero mucha suerte, algún día les tocará la útil tarea de atender al público cuando hay largas filas llenando unos formularios con el pedido, que luego entregaran completos en la caja a fin de que el público demore lo mismo pero se ahorre de hablar.

¡El mundo está lleno de gente talentosa! Pero muchas veces los talentosos son pobres y tienen problemas económicos no por lo que saben, sino por lo que no saben. Se concentran en hacer la mejor hamburguesa en vez de en vender y distribuir el producto. Mc Donald’s puede no cocinar la mejor hamburguesa, pero es insuperable en vender y distribuir la hamburguesa básica. Cuando uno no sabe hacer hamburguesas lo único que puede hacer es venderlas.

¿Ya está lista m hamburguesa??

–¿Cómo vender bien un libro?

–Con un buen título. Cuando saqué mi primer libro, "Si quiere ser rico y feliz vuelva a nacer", un editor me sugirió que titulara "La economía de la gestación". Yo le respondí que con ese nombre iba a vender dos libros: uno a mi familia y uno a mi mejor amigo. ¡Y encima no les iba a poder cobrar! El título "Si quiere ser rico y feliz vuelva a nacer" puede ser pedante y desagradable, pero se lo puedo cobrar a mi familia y amigos y yo sabía que me iba a conseguir toneladas de publicidad. Luego, lo que está adentro del libro no importa (me refiero a las páginas)

–¿Qué es lo más difícil de manejar en una compañía?

–Sin duda un autoelevador. De joven me anoté en la marina. Mi papá pobre creyó en lo que le dije: que quería aprender a volar. Evidentemente era lo bastante estúpido como para pensar que la marina era el mejor lugar para volar.

–OK, he decidido ser rico: ¿qué hago?

–Primero compre mis libros, luego mis videos, mi juego y también asista a todas mis conferencias. Cuando se haya gastado todo su dinero en cosas inútiles, venda su casa y gaste más. La miseria extraerá la poca creatividad que Ud. posea y lo obligará a pensar en algo para hacer dinero. Entonces ahí estará agradecido conmigo y le recomendará a otras personas que compren mis libros, mis videos y mis juegos. A eso lo llamo “el ciclo de la vida” (por supuesto que la mía, no la suya)

Cuando era pequeño mi padre rico me dijo: "Empieza por dejar de ser un analfabeto financiero". Así que recomiendo aprender sobre el tema. Luego, nunca nadie será realmente rico como empleado. A veces conviene mantener el trabajo que uno tiene, al menos al principio, pero ir poniendo el dinero que se gana a trabajar para nosotros. Y cuando haya que dar el gran salto, la gente inteligente es la que contrata gente más inteligente que ella para trabajar, lo cual es una contradicción ya que la gente inteligente contratada no contrata gente inteligente para que trabaje para ella, con lo cual, puede que no sea tan inteligente. Siempre me sorprende que se deje un 10 o 15 por ciento de propina en un restaurante aún cuando le sirvieron pésimo y en cambio no se quiera pagar un buen profesional que lo asesore, esto no tiene que ver con nada pero suena bonito.

–¿Y si sus lecciones no evitan perder?

–¿Sabes dónde perdí mucha, mucha plata? ¡En la Argentina! Con una empresa que buscaba petróleo en Villa Gesel, que no funcionó. Igual, me divertí corriendo desnudo por la playa, y eso es lo fundamental. La mayor parte de la gente nunca gana porque tiene miedo de perder. Eso es lo que me parece, también, tan tonto de la escuela. En el aula nos enseñan que los errores son algo malo. Y los ganadores no tienen miedo a perder. Ese es su mayor secreto. Odian perder, pero no temen perder, que es algo muy distinto. La gente que evita el fracaso también evita el éxito. Además, hay que empezar temprano. Mi papá rico decía que lo mejor es fundirse por primera vez antes de los 30 años, así uno tiene tiempo de recuperarse. La Argentina es el país ideal para aprender del fracaso una y otra vez.

–Si tuviese que dejarnos una sola enseñanza, ¿cómo sería?

–Imposible de pagar

–¿Volverá a la Argentina?

–¡Claro! ¡Quiero perder un poco más de dinero, ser asaltado y abusado sexualmente! Cuando fui era exclusivamente por trabajo y no la recorrí. En la Argentina no hice buenos negocios, pero es todo parte del juego y volveré con una sonrisa siempre y cuando compren mis libros

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